Análisis de Riesgos en el Proyecto
- Jose Alberto Rivera Rendon
- 18 mar
- 6 Min. de lectura
El análisis de riesgo es una parte fundamental de la gestión de proyectos, especialmente en el ámbito de la construcción, donde los proyectos enfrentan diversas incertidumbres que pueden impactar significativamente en el cronograma, el presupuesto y la calidad del trabajo. Desde la perspectiva de la gerencia de proyecto, realizar un análisis de riesgo adecuado permite anticipar problemas, tomar decisiones informadas y aplicar estrategias para mitigar las posibles consecuencias negativas. A continuación, se presentan los elementos clave del análisis de riesgo en proyectos de construcción para que los tomes en cuenta y realices tu análisis.

1. Identificación de Riesgos
El primer paso en el análisis de riesgos es identificar los posibles factores que podrían afectar el proyecto. En el sector de la construcción, los riesgos son múltiples y variados, y pueden incluir:
Riesgos operacionales: Problemas con la cadena de suministro, falta de materiales o equipos, o fallos en la maquinaria.
Riesgos financieros: Aumento de costos inesperados, fluctuaciones en los precios de los materiales, o problemas de flujo de caja.
Riesgos técnicos: Cambios en los diseños, problemas con la calidad del trabajo, o fallos en las inspecciones.
Riesgos legales y contractuales: Retrasos en la obtención de permisos, cambios en las regulaciones o conflictos contractuales.
Riesgos ambientales: Condiciones climáticas adversas, terremotos, inundaciones o problemas medioambientales que afecten el avance de la obra.
Para una identificación efectiva, es crucial la colaboración entre todos los actores del proyecto, incluidos los ingenieros, arquitectos, contratistas, proveedores y otras partes interesadas, es de suma importancia el juicio de expertos en los temas a tratar descritos anteriormente, aquí la experiencia toma un papel fundamental.
2. Evaluación de Riesgos
Una vez identificados los riesgos, el siguiente paso es evaluar su probabilidad de ocurrencia y el impacto que tendrían en el proyecto. Esto se hace a través de dos métodos principales:
Análisis cualitativo: Clasifica los riesgos según su probabilidad e impacto utilizando descripciones generales (alto, medio, bajo). Este enfoque es útil para dar una visión rápida y general del estado de los riesgos.
Análisis cuantitativo: Utiliza datos numéricos y modelos matemáticos para evaluar el impacto financiero y temporal de los riesgos. Herramientas como el análisis de Monte Carlo o el análisis de árboles de decisión son ejemplos de técnicas cuantitativas que permiten prever las posibles fluctuaciones en los costos y plazos.

Desde la gerencia de proyecto, esta evaluación ayuda a priorizar los riesgos, enfocando los recursos y esfuerzos en aquellos que presentan mayor probabilidad de ocurrir y que tienen un mayor impacto potencial en el proyecto.
La importancia de una matriz de riesgos 5x5 como se muestra en la imagen anterior, que apoye un Tracker de seguimiento de riesgos en el proyecto es fundamental, ya que empezaremos a representar visualmente las evaluaciones de riesgo, mejorando el foco y eficacia en nuestras operaciones. Clasificaremos objetivamente los riesgos en función de su probabilidad de ocurrencia y niveles de impacto en cada actividad o identificación de peligro en el proyecto. Una vez otorgada la clasificación de peligro, podremos otorgar recursos (Maquinaria, mano de obra, materiales, tiempo, etc.) por nivel de jerarquía, teniendo muy claras nuestras prioridades para evitar pérdidas significativas de recursos por el peligro representado del riesgo.
Realizar simulaciones de diferentes escenarios de riesgo puede ayudar a prever posibles desafíos y a diseñar respuestas adecuadas. Esto permite al equipo estar preparado para actuar de manera rápida y efectiva en situaciones adversas y con ello lograr mucho mejores resultados dentro de una obra.
3. Respuesta a los Riesgos
Una vez que los riesgos han sido identificados y evaluados, el siguiente paso es desarrollar un plan de acción para abordarlos.
La etapa más importante de la gestión de riesgos es la respuesta. Aquí se analiza con detenimiento qué tipo de acciones permitirán mitigar los efectos de la situación. Los riesgos, recordemos, nunca se eliminan del todo, pues hacen parte de los procesos, sin embargo, con un enfoque preventivo y no correctivo, podemos hacerles mejor frente y estar preparados en todo momento.
Las posibles estrategias de respuesta incluyen:
Mitigación: Tomar medidas para reducir la probabilidad o el impacto de los riesgos. Por ejemplo, modificar el cronograma para evitar trabajar en condiciones climáticas adversas o contratar a más personal para cumplir con los plazos.
Aceptación: En algunos casos, el riesgo es inevitable o el costo de mitigar su impacto es más alto que el beneficio que se obtendría. En este caso, la estrategia es aceptar el riesgo y estar preparados para gestionarlo si se presenta.
Transferencia: A través de seguros o subcontratación, se transfiere el riesgo a terceros. Por ejemplo, contratar un seguro para cubrir posibles daños en el sitio de construcción.
Eliminación: Si un riesgo puede ser eliminado por completo, se deben tomar medidas drásticas, como cambiar el enfoque del proyecto o ajustar el alcance de las actividades.
4. Monitoreo y Control de Riesgos
El análisis de riesgos es un proceso continuo. Durante la ejecución del proyecto, es fundamental hacer un seguimiento constante de los riesgos identificados, así como identificar nuevos riesgos que puedan surgir. La gerencia de proyecto debe implementar sistemas de monitoreo para evaluar la efectividad de las estrategias de respuesta y hacer ajustes cuando sea necesario. Esto puede implicar reuniones regulares de revisión de riesgos, auditorías o el uso de software especializado de gestión de proyectos.
Aquí toma importancia la implementación de un Tracker de Seguimiento en línea, y una Proyección de Tendencia por parte del equipo de trabajo. De esta manera, el monitoreo y control se convierte en una actividad diaria, presente visualmente para efectuar una mejor toma de decisiones y utilización de recursos.

Las matrices de riesgo son herramientas útiles para comunicar el estado de los riesgos a todos los interesados del proyecto, incluidos los clientes, inversores y otros miembros del equipo. Proporcionan un lenguaje común que facilita la discusión y la toma de decisiones. A medida que avanza el proyecto, las matrices de riesgo pueden actualizarse para reflejar la evolución de los riesgos. Esto permite un monitoreo continuo y la capacidad de ajustar las estrategias de mitigación en función de las circunstancias cambiantes.
Una vez que los riesgos están clasificados, los interesados pueden desarrollar estrategias específicas para mitigar cada uno, ya sea evitando el riesgo, reduciendo su impacto o transfiriendo el riesgo a otra parte (mediante seguros, por ejemplo).
La capacidad de adaptación y la vigilancia constante son factores determinantes en la ejecución eficiente y segura de cualquier proyecto de construcción.
5. Comunicación de los Riesgos
La comunicación efectiva de los riesgos es clave en la gerencia de proyectos. Todos los miembros del equipo deben estar informados sobre los riesgos identificados y las medidas que se están tomando para gestionarlos. La transparencia en la comunicación permite que todos trabajen con una visión común y estén preparados para actuar en caso de que un riesgo se materialice. Además, la documentación detallada de los riesgos y sus respuestas es fundamental para el seguimiento y la toma de decisiones a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Es fundamental contar con canales de comunicación abiertos y transparentes para todos los interesados. Por parte del equipo de trabajo, la comunicación continua como el uso de plataformas compartidas -online-, ayuda a informar en tiempo real la identificación de riesgos y asignación de tareas. Es importante designar responsabilidades para prevenir que un riesgo quede al aire dentro del equipo de trabajo.

Conclusión
El análisis de riesgos en un proyecto de construcción es crucial para la toma de decisiones informadas y la implementación de estrategias de mitigación eficaces. Desde la perspectiva de la gerencia de proyecto, un análisis adecuado permite reducir las incertidumbres y gestionar los imprevistos que puedan surgir, asegurando que el proyecto se ejecute dentro de los plazos, el presupuesto y la calidad establecidos. Con una buena práctica de análisis de riesgos, como una Matriz de Riesgos, un tracker de seguimiento, lluvia de ideas con un panel de expertos, un análisis FODA, entre muchas otras estrategias, es posible minimizar las interrupciones, optimizar los recursos y aumentar las probabilidades de éxito en proyectos de construcción.
Si tienes algún comentario o duda, no dudes en contactarnos, somos especialistas en la prevención de riesgos en un proyecto de construcción mediante nuestros servicios dedicados a la optimización de recursos en el desarrollo del mismo.
A continuación, mostramos avances en dos de nuestros proyectos donde fueron de suma importancia el uso de matrices de riesgos para la minimización de impactos negativos de las ocurrencias en obra. Samara Satélite (Estado de México) está en operación después de 25 meses en desarrollo y Villas Bonanza en Playa del Carmen (Quintana Roo) lleva 9 meses en la construcción de 17 nuevas viviendas con un avance del 60%, tomando en cuenta con la urbanización de la zona.
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